sábado, 28 de febrero de 2009

El arte de comer para vivir

Algunas personas ignoran consejos para reducir el consumo de productos animales,
quizás con la esperanza de que aparezca una “píldora mágica”. Pero la prevención

sigue siendo la mejor medicina. Existen maneras maravillosas de satisfacer el paladar
sin perjudicar nuestra salud.

Eliminar los productos animales de tu dieta te aleja de nuestros principales asesinos:

las afecciones cardíacas, el cáncer y los infartos. Según dice el Dr. T. Colin Campbell, de la Universidad de Cornell y autor del más grande estudio epidemiológico humano de la
historia: “La gran mayoría de todas las formas de cáncer, enfermedades cardiovasculares y otras formas de males degenerativos, pueden prevenirse simplemente adoptando una dieta basada en plantas”. Una operación de desviación coronaria (bypass) o una sesión de quimoterapia son mucho más incómodas y difíciles que cambiar tu dieta.

Ser vegetariano es lo mejor que puedes hacer por tu salud

• El veganismo automáticamente elimina el colesterol, ya que el colesterol dietético solamente se encuentra en los productos animales.

• Los vegetarianos son, en promedio, un 10-30 por ciento más livianos que los carnívoros.

• La alta presión arterial y los cánceres del seno, colon y próstata son mucho más comunes entre los carnívoros que entre los vegetarianos.

• La carne, los productos lácteos y los huevos no tienen fibra ni complejos carbohidratos (¡cero!).

¿Y las proteínas?

En los países occidentales, nuestro problema no es la falta, sino el exceso de proteínas.
La mayoría de los estadounidenses consume el doble de proteínas necesarias.

Casi todos los alimentos contienen proteínas, y es casi imposible ingerir las calorías necesarias para la buena salud sin recibir suficientes proteínas.

Fuentes saludables de proteínas incluyen pan, avena, frijoles, nueces, arvejas chícharos, hongos, tofu y brécol. Demasiada proteína puede causar la excreción de calcio a través de la orina, exigiendo a los riñones y aumentando el riesgo de osteoporosis. Las enfermedades renales son mucho más comunes entre aquellos que comen carne que entre los veganos, y un consumo excesivo de proteínas también ha sido ligado a los cánceres de colon, mama, próstata y páncreas.

jueves, 5 de febrero de 2009

EL MANGO Y SUS PROPIEDADES COMO REY DE LAS FRUTAS

Considerada como la fruta predilecta de Sri Caitanya Mahaprabhù, el Mango se constituye como el Rey de las frutas, no sòlo por la predilecciòn del Señor sinò tambièn por la cantidad de propiedades que posee.

Es anticancerìgeno y antioxidante, dados sus altos contenidos de àcidos y vitamina A y C, que lo hacen capaz de neutralizar los radicales libres y dotar al organismo de un poder defensivo en contra de la degradaciòn celular. Contiene hierro lo que lo hace interesante para prevenir enfermedades como la anemia y afines. Estas y otras son las bondades de una fruta predilecta de dioses y profanos y cuyas maravillosas propiedades amplìa a continuaciòn el experto Luciano Villar, investigador español especializado en el tema.

EL MANGO COMO FUENTE DE VIDA

Es exuberante, jugoso y audazmente aromático, así como un gran regalo para el organismo, al que aporta abundantes vitaminas y compuestos antioxidantes. En la mesa su exotismo alegra los sentidos.

El árbol del mango (Mangifera indica) tiene, dentro de la familia de las anacardiáceas, parientes sorprendentes como el anacardo, el pistachero o la hiedra venenosa. Hoy la India sigue siendo el principal productor pero dedica la mayor parte al autoconsumo, mientras que México, que es el cuarto, es el mayor exportador. Aunque existen unas 50 variedades solo 3 o 4 ofrecen frutos de calidad.

En España se producen mangos excelentes en Canarias y la llamada Costa Tropical andaluza, a caballo entre Málaga y Granada. Aunque hace años la mayoría se vendía a Europa, la tendencia es que cada vez más se queden en nuestros mercados.
Vitaminas antioxidantes

Como la mayoría de las frutas, el mango es muy rico en agua y muy bajo en proteínas y grasas. Su aporte calórico (tan solo 65 calorías por 100 gramos) proviene casi exclusivamente de sus hidratos de carbono, en su mayoría azúcares naturales de fácil digestión y fibra dietética. Su mayor tesoro nutritivo son las vitaminas –en particular las tres vitaminas antioxidantes, A, C y E–, algunos minerales, enzimas digestivas y variadas sustancias de efecto antioxidante y protector.

El valor nutritivo del mango lo hace óptimo para recuperarse tras un esfuerzo físico, para preparar la piel para el sol del verano, para deportistas, niños, embarazadas, madres lactantes y ancianos.

Algunas personas pueden sentir pequeñas molestias digestivas tras comerse un mango. Si es así, es posible que tengan problemas para digerir su alto aporte de fibra, que le confiere un efecto ligeramente laxante. Pueden intentar comer cantidades más pequeñas, tomarlo entre horas sin mezclar con otros alimentos o en ayunas.

Fruta ayurvédica

Se le considera una fruta de gran poder expectorante, antiinflamatorio, antibacteriano, antiviral y laxante, por su contenido en fibra. También se reconoce su efecto anticancerígeno, por sus diversos compuestos antioxidantes; cardiotónico y protector cardiovascular, al ayudar a bajar la tensión y regular el colesterol; antianémico, por su aporte de hierro combinado con vitamina C; y hepatoprotector.

Una sorpresa al paladar

Como ingrediente casi no existe en nuestro recetario pues suele consumirse como fruta fresca, pelada, en macedonias, con yogur, cereales, queso fresco o, como mucho, en ensaladas; sin embargo, sus posibilidades son mucho más amplias.

Hay que dejar claro que la piel no es comestible, así que la primera operación será lavarlo bien para eliminar cualquier posible resto de látex seco y después pelarlo, con cuchillo o pelapatatas.
Tiene una textura tierna pero consistente debido a su fibra, lo cual permite someterlo a variados cortes: en láminas finas, para elaborar canelones, lasañas o milhojas; en juliana, rallado, en bastoncitos, dados, o mitades para rellenar o gratinar. Y acepta técnicas variadas: purés, espumas, mouses, sorbetes, zumos, salteados, asados, guisos, revueltos o fritos en tempura…

FUENTE: Internet y www.ecoportal.net